Si eres de esas personas que disfrutan trayendo invitados a casa y organizando divertidas meriendas, apetitosas cenas o glamurosos aperitivos ya habrás comprobado lo complicado que resulta en determinadas ocasiones preparar la mesa para que todo quede perfecto. Pero con sólo un par de sencillas ideas y algunos trucos verás cómo tus comensales se quedan perplejos con tus aptitudes culinarias y decorativas…¡y serás la estrella de cada reunión!
La clave radica en jugar con lo que está a nuestro alcance. Los colores de la comida son un patrón ideal por el que podemos guiarnos para decorar nuestra mesa. Tampoco te olvides de los detalles que marcan la diferencia como servilletas, cubiertos y por supuesto, platos y vasos.
Por ejemplo, mira qué forma de darle un toque personal a una sencilla merienda!
Lo mismo ocurre con los snacks salados o las gominolas, los cuales podremos servir en un mismo plato y jugar con ellos para crear formas inesperadas. Claro que todo no acaba aquí… si realmente te atreves a dejar volar tu imaginación puedes utilizar incluso la piel y la forma de la fruta como lienzo para tus dibujos. Porque… ¿quién dijo que un plátano no podía ser un pirata de los mares salvajes? Los más pequeños de la casa se lo pasarán en grande mientras comen alimentos saludables.
Si por el contrario queremos dar un toque de elegancia y vanguardismo en nuestras celebraciones, podemos optar por ideas más serias pero igual de originales. Para la hora del postre podemos, por ejemplo, reutilizar botes de conserva vacíos con una cucharita atada a ellos a través de una cuerda, algo que seguro sorprende a nuestros invitados.
Con estas pequeñas ideas y liberándote de los clichés que acompañan al protocolo tradicional comprobarás cómo tu menú se llena de color y cómo tus invitados te felicitan por tan magnífica presentación. Y lo mejor es que estos trucos apenas requieren de dinero… ¡sólo lleva a práctica tus ideas más extraordinarias y tendrás el éxito asegurado!
